A través de la recopilación y difusión de soluciones simples a desafíos cotidianos de personas en situación de discapacidad o de la tercera edad, esta iniciativa busca fortalecer el compromiso institucional con la responsabilidad social.
Desde la adaptación de una mesa para silla de ruedas que permita escribir cómodamente los apuntes de la clase de termodinámica, hasta el desarrollo de una bajada de cama especial para disminuir el dolor en adultos mayores, incluyendo la implementación de sistemas que favorezcan el posicionamiento de personas con discapacidad visual severa; la plataforma Inkluzi, propuesta por estudiantes y profesores de la Universidad Técnica Federico Santa María, pretende reunir todos aquellos productos inclusivos dirigidos a personas en situación de discapacidad física y/o de la tercera edad.
Liderada por la Directora de Relaciones Estudiantiles de la Institución, Teresita Arenas, apoya a las personas de escasos recursos que no pueden comprar equipos costosos. Así, entrega toda la información disponible sobre soluciones simples y funcionales a problemas cotidianos, a través de la modalidad Do it yourself (DIY) o Hazlo tú mismo, como se conoce en español, y que consiste –justamente- en brindar la posibilidad de descargar los proyectos para concretarlos en casa.
Para ello, el equipo de trabajo interdisciplinario de la Casa de Estudios cuenta con el financiamiento público del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC), que entrega el Gobierno Regional de Valparaíso, y con el apoyo del proyecto Ingeniería 2030. Con ambos espera, en primer término, aunar todos los esfuerzos que se hacen en la Universidad, y también en otras entidades regionales, en la producción de equipamiento para la inclusión, de manera de poder difundir, potenciar y reconocer el desarrollo de este tipo de innovación social.
Para los profesores del Departamento de Ingeniería en Diseño de la USM e integrantes del proyecto, Christopher Nikulin y Gabriela López, el principal impacto de Inkluzi es cultural y social, ya que “todo va asociado a apoyar a las personas de escasos recursos que no pueden comprar equipos costosos. Para ello, nosotros como Institución debemos asumir un rol protagónico y decir ‘mira, esta solución tiene listo el diseño, sólo tienes que fabricarlo en casa, es sencillo’”.
Los desafíos de la inclusión en Chile
El último informe mundial sobre discapacidad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), señala que los costos económicos y sociales para las personas en esta situación son significativos, pero difíciles de cuantificar. No obstante, muchos de ellos son consecuencia de ambientes inaccesibles y podrían reducirse en un marco más inclusivo.
En Chile, según datos del Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis), de la población en situación de discapacidad el 40,4% es dependiente, es decir, declara tener dificultades extremas para realizar actividades de la vida diaria o recibir ayuda de terceros con alta frecuencia para realizarlas. Asimismo, el último informe en esta materia muestra que este problema tiene un rostro fundamentalmente de adulto mayor: más de un millón de personas sobre 60 años se encuentra en esta situación.
Como respuesta a los desafíos que genera este contexto, el organismo gubernamental conformó una Red Nacional de Tecnologías para la Inclusión Social de Personas en Situación de Discapacidad. Su propósito es potenciar la innovación, desarrollo e Investigación (I+D+i) en torno a la creación o adaptación, producción, aplicación y uso de tecnologías para la inclusión en Chile, buscando a futuro posicionar al país como referente internacional en la materia.
A nivel local, en tanto, Inkluzi apunta a la localización y el reconocimiento de los productos que ya se han desarrollado por parte de la comunidad universitaria. En ese sentido, el grupo señala que “al otorgar valor a la innovación social, al legado que dejan sus creadores, se fomenta que iniciativas de este tipo sigan apareciendo”.
Educación para la responsabilidad social
Respecto a la importancia de los proyectos con impacto social en la Universidad, el Director de Postgrado y Programas de la USM, e integrante de Inkluzi, Marcos Zúñiga, destaca que la Institución está poniendo énfasis en su rol social, reavivando este compromiso al incluir esta dimensión en su modelo educativo.
En la misma línea, Gonzalo Améstica, profesor del Departamento de Industrias y también integrante de Inkluzi, agrega que “este tipo de proyectos nos ayuda a mostrar a los estudiantes que su futuro accionar profesional impactará a las personas, que no están aislados, y que tienen un rol muy importante que cumplir en la sociedad”.
Asimismo, Marcos Zúñiga afirma que “esta propuesta nos permitirá conectar iniciativas estudiantiles a formas de vinculación sistemática con el medio a partir de la inclusión. En cursos de aprendizaje basado en proyectos, por ejemplo, nos abre la posibilidad de que los alumnos tengan como meta el componente de responsabilidad social, que no puede enseñarse sino en la praxis”.
En la misma línea, para el profesor Nikulin, Inkluzi es un ejemplo ya que “partió como una inquietud de la estudiante Daniela Campos por mejorar la calidad de vida de las personas con capacidades diferentes”.
En Chile, según datos del Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis), de la población en situación de discapacidad el 40,4% es dependiente, es decir, declara tener dificultades extremas para realizar actividades de la vida diaria o recibir ayuda de terceros con alta frecuencia para realizarlas.