Con el objetivo de financiar proyectos que contribuyan al mejoramiento de la calidad académica, el Fondo de Desarrollo Institucional impulsado por el Ministerio de Educación.
El proyecto “Tecnología inclusiva: Intervenciones aplicadas de uso de tecnología para carreras con mayor porcentaje de matrícula femenina” que nace de la iniciativa estudiantil «La Resistencia» se adjudicó el Fondo de Desarrollo Institucional del Ministerio de Educación (Mineduc). Para celebrar esto, la Vicerrectoría Académica de la Universidad Católica realizó un encuentro en la que se reconoció el trabajo que realizaron los estudiantes al ganarse un FDI el año 2020.
Conocido como FDI, es un fondo concursable de la Dirección de Educación Superior del Mineduc que, en su línea Emprendimiento Estudiantil, financia iniciativas de alumnos universitarios que posean algún grado de innovación y aporten a las necesidades actuales del país.
Para el equipo de estudiantes que conforman “La Resistencia”, el avance de las tecnologías y su presencia en áreas no convencionales e interdisciplinarias, junto a la facilidad que existe hoy en día para la creación e implementación de tecnología hace que no sea necesario especializarse en la materia. “Sin embargo, para crear o implementar tecnología de impacto en estos sectores, es crucial y muy importante conocer de forma más allá de lo superficial cómo funcionan estos avances, lo que son y no son capaces de hacer y de qué formas se pueden implementar para agregar valor en un área específica”, dice Carlos Paredes, estudiante de Ingeniería UC y líder del proyecto.
En este contexto, el proyecto está enfocado en la realización de mentorías tecnológicas dirigido a carreras de la Universidad Católica con un porcentaje mayoritario de matrícula femenina y que no suelen recibir formación en temas de tecnología, dado que no se consideran carrera STEM.
A través de exposiciones, conversatorios e invitadas líderes en tecnología, se llevarán a cabo encuentros con el fin de introducir a las y los participantes las opciones de aprendizaje y desarrollo disponibles actualmente, mostrándolas a través de presentaciones y demostraciones de como la tecnología está impactando en su área.
“Esperamos que los talleres sean instancias de aprendizaje interdisciplinario, donde la tecnología y contenidos de carreras STEM sean aterrizados a necesidades y actividades de disciplinas tradicionalmente no tecnológicas. Donde a través de la cultura maker queremos que el pensamiento de ‘no sé hacerlo’ cambie a ‘voy a continuar aprendiendo’ para tener la autonomía de hacerlo”, dijo Carlos Paredes, estudiante de ingeniería UC y líder del proyecto.
Asimismo, el estudiante espera que con este proyecto se vea disminuida la brecha tecnológica existente entre disciplinas. “Algunos proyectos, emprendimientos o investigaciones pueden no llegar a surgir solo por no conocer las tecnologías necesarias para llevarlo a cabo, siendo que hay un mundo inmenso donde la innovación tecnológica. Además con esto tenemos fe en que la colaboración entre carreras STEM y no STEM aumente, así generando instancias interdisciplinarias de colaboración que puedan crear un mayor impacto hacia futuro”, concluyó Carlos.